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Trata de Niños

Las dos formas de trata de niños son la trata sexual y la explotación laboral. La trata de menores es una grave violación de los derechos humanos que explota a niños vulnerables con diversos fines.

Chica mirando su teléfono celular.

Trata de Niños con Fines Sexuales

La trata de niños con fines sexuales se ha reportado en los 50 estados, incluido Colorado.

La trata de niños con fines sexuales es un tipo de abuso infantil y puede suceder en cualquier comunidad. Puede afectar a niños o jóvenes de cualquier edad, sexo, raza y condición socioeconómica. A menudo, la trata de niños con fines sexuales es un delito oculto, y a veces los menores ni siquiera se ven como víctimas.

Se dice que hay trata o tráfico de niños con fines sexuales cuando una persona menor de 18 años de edad participa en la industria del comercio sexual. Un niño o joven puede ser forzado, amenazado o reclutado para el comercio sexual o puede estar practicando la prostitución como medio de supervivencia. Todos los niños y jóvenes, independientemente de su nacionalidad o lugar de nacimiento, pueden ser vulnerables al tráfico sexual.

Las películas y los medios a menudo muestran el secuestro de jóvenes con el posterior sometimiento a la trata con fines sexuales. Es muy común que los traficantes reconozcan a los niños o adolescentes vulnerables y los seduzcan e incorporen a su red con el paso del tiempo. Los traficantes de niños con fines sexuales pueden ser de cualquier sexo, raza o edad. La mayoría de los traficantes son conocidos de la víctima (sus padres, familiares, amigos, novios o novias). Los traficantes utilizan con frecuencia las redes sociales para identificar, seducir y reclutar víctimas.

Explotación Laboral Infantil

La explotación laboral infantil es una forma de abuso infantil. La explotación laboral infantil puede estar oculta y se produce en diversos contextos de trabajo, tanto formales (empresas grandes y pequeñas, granjas y fábricas) como informales (trabajo doméstico, venta forzosa de drogas, ventas puerta a puerta, mendicidad), y puede afectar a menores de cualquier edad, raza, sexo o nacionalidad.

La explotación laboral infantil puede darse de varias maneras. Las más comunes son la esclavitud por deudas y el trabajo forzoso. La servidumbre o esclavitud por deudas se produce cuando un niño o joven contrae una deuda (real o ficticia) que nunca puede saldar. El trabajo forzoso (o servidumbre involuntaria) ocurre cuando un empleador o individuo obtiene mano de obra o servicios mediante la fuerza, amenazas de usar la fuerza, el abuso del proceso legal, el fraude o la extorsión.

Los traficantes pueden ser un padre, tutor, hermano u otro cuidador que no tiene ninguna relación familiar con el niño. También pueden ser un compañero, un conocido o un empleador.

  • Antecedentes de escaparse de su casa.
  • Falta de vivienda con un cuidador inconstante o pasajero.
  • Se identifica como LGBTQ+ (y ha sufrido el rechazo de su familia, acoso, etc.).
  • Fue víctima anteriormente.
  • Antecedentes de intervención de los servicios de protección de la infancia o de un tribunal de menores.
  • Falta de apoyo de su comunidad local.
  • Inestabilidad económica.
  • Falta de oportunidades educativas o socioeconómicas.
  • Problemas de consumo de drogas o alcohol propio o de otros integrantes de la familia.
  • Discapacidades físicas o intelectuales.
  • Condición de inmigrante.
  • El niño o joven está al cuidado de una persona ajena a la familia; el vínculo con el adulto no es claro.

  • Un niño o joven posee dinero, un teléfono celular u otros bienes materiales de los que no se puede explicar la procedencia.
  • Cuenta que participó en un acto sexual a cambio de refugio, transporte, drogas, alcohol, dinero u otros artículos de valor.
  • Utiliza Internet para publicar contenido sexual explícito (por ejemplo: fotos, chats, publicidades, etc.).
  • Está acompañado de un “amigo”, “compañero” o “jefe” excesivamente controlador.

  • Lesiones, señales de abuso físico o abuso sexual.
  • Señales de adicción a las drogas o al alcohol.
  • Dificultad para sentarse o ponerse de pie, “dolores de estómago”
  • Enfermedades de transmisión sexual, en particular si el niño o adolescente es menor de 14 años.
  • Tatuajes o cicatrices que un niño o adolescente duda en explicar.
  • Aumento de la ansiedad.
  • Comportamiento temeroso.
  • Actitud cada vez más sumisa.
  • Ideas o actos suicidas.

Incluso si no estás seguro, nunca dude en denunciar situaciones sospechosas llamando al 844-264-5437. Si un niño o joven está en peligro inmediato, llame al 911. Informar acerca de las señales es un rol importante que todos podemos desempeñar para detener el tráfico de niños en Colorado.

Con la ayuda de los departamentos de servicios humanos de los condado, las víctimas de tráfico sexual y de explotación laboral tendrán un mejor acceso a los servicios de tratamiento y recuperación específicamente orientados al trauma que puedan haber experimentado.